Era la primavera del año 1965. Un matrimonio de jóvenes inmigrantes españoles inaugura en Villa Echenagucía, partido de Avellaneda, un particular negocio de venta de productos comestibles, junto a los característicos artículos de almacén.
Poco a poco, aquella despensa se fue transformando: pizzas, empanadas y tartas comenzaron a salir de la pequeña cocina familiar, y fueron ganando cada vez más espacio en el gran comercio.
Fue así como en 1985, Amelia y José decidieron afrontar juntos un nuevo desafío: abrir un local, donde la pizza fuese la principal protagonista.
Así nació Nueva Galli, en el barrio de Avellaneda que le prestó su nombre. Desde entonces, nos esforzamos por mantenernos fieles a los principios básicos que siempre nos guiaron: hacer día a día cosas nuevas, sanas y ricas. |
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